El PNVA se crea en 1991 mediante el Decretos Ejecutivos Nº
20791-MIRENEM, de 30 setiembre de 1991 y No 23774 (MIRENEM) del 26 de setiembre
de 1994 y se establecen los límites con una extensión de 12.106 hectáreas. El
último decreto justifica la creación del parque en: la producción hídrica, la
belleza escénica y la actividad volcánica.
En este se establece que es de gran importancia para la
conservación del régimen hídrico local, con lo cual se garantiza el aporte
constante de aguas al Embalse Arenal y a los asentamientos humanos cercanos.
También considera la belleza escénica y la actividad volcánica, que constituye
un atractivo turístico importante para el desarrollo regional, la actividad
económica y el aporte al sistema nacional de electrificación. (D.E)
Su flora y fauna es muy variada, distribuida en tres zonas de
vida y una zona de vida transicional. Estas son: bosque pluvial premontano, que
es el que mayor extensión con alrededor del 80% del AP, bosque pluvial montano
bajo, seguido por el bosque muy húmedo premontano, y finalmente el bosque muy
húmedo tropical transición a premontano, las tres con áreas muy similares en extensión
dentro del parque (ITCR 2008).
Por las características florísticas
y faunísticas, sumado a la riqueza
geológica y geomorfológica, se considera que el parque es un verdadero
laboratorio no solo natural si no viviente, donde se han posibilitado procesos
biológicos recientes desde una vegetación pionera hasta un bosque primario,
casos difíciles de ver en un periodo de vida del ser humano.
Aparte de ello, es una gran fuente de riqueza para la economía
y desarrollo nacional al brindar con su aporte del 70% del agua al Embalse
Arenal (capital natural del parque), como principal fuente de Energía
Hidroeléctrica (Proyecto Hidroeléctrico Arenal-Corobicí) al país. Pero además es
una gran fuente económica de ingreso local ya que gracias a la actividad del volcán,
es a la vez el responsable de la mayor parte del turismo que se desarrolla en
la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario